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martes, 31 de julio de 2012
jueves, 26 de julio de 2012
No recuerdo muy bien en qué momento exacto empecé a quererte, ni cuándo fue realmente cuando me enganche a ti, a esa jodida adicción que me creas y de la que no me puedo desprender. Ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que hablamos, y en parte me jode saber que podría haber evitado todo esto desde el principio. Si nunca te hubiera conocido es cierto que me habría ahorrado miles de lágrimas innecesarias, de días grises, de tristeza y de rabia. Pero... ¿qué hay de esa sensación que me produces cuando estás cerca? ¿y de tantas de las sonrisas que me has arrancado? ¿y de todos aquellos besos que me has regalado? Es posible que el daño que me has causado es mucho pero, ¿ sufre más quien espera siempre. o aquel que nunca espero a nadie?
miércoles, 25 de julio de 2012
A veces, nos empeñamos en luchar contra imposibles, en querer que todo suceda como queremos, y no somos capaces de aceptar que nosotros no movemos los hilos de la vida, que hay cosas que no dependen de nuestros deseos. No es resignación, es aceptación. Hay veces que luchar contra un imposible, además de resultar inútil, puede hacernos mucho más daño que el echo en cuestión.
No puedes echar de menos algo nunca has tenido. O al menos eso dicen. Pero si justamente no lo tienes, es algo que echas en falta en tu vida, ¿o no?. Cuando queremos una cosa tenemos otra, y cuando queremos otra tenemos una. La vida está echa de adversidades o casualidades, en las primeras no queda más remedio que seguir aunque quieras dejarlo todo, y en las segundas te sorprenderás de la suerte que puedes llegar a tener. Sólo es cuestión de esperar, esperar a que las cosas cambien y cojan el rumbo que tú quieres que tengan, o resignarse con algo que no queríamos que nos pasara. Pero si no esperas, si no dejas que el destino ponga cada cosa en su lugar, estás perdido. No habrá vuelta atrás, y tampoco hacia delante. Simplemente no habrá nada.
jueves, 19 de julio de 2012
Si algo quieres, algo te cuesta. Si te gusta, te vale la pena. Si la vale, te interesa. Si te interesa, te preocupa. Si te preocupa, te hace pensar. Si te hace pensar, te hace actuar. Lo peor es cuando lo quieres pero no vale la pena, entonces intentas desinteresarte y te despreocupas, pero no puedes evitar pensar. Aunque siempre acabaras actuando como no deberías
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¿Sabes lo que me pone más triste? ... Pensar en los besos que no nos vamos a dar, en las cosas que no nos vamos a decir ... que tontería ¿no? Como se puede echar de menos algo que nunca ha ocurrido .
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